martes, 15 de marzo de 2011

Evacuados los empleados de la central nuclear de Fukushima: sólo dejan a 50

Varios técnicos miden los niveles de radiación de personas evacuadas. | APLa situación sigue empeorando en la central nuclear de Fukushima Daiichi, que ya presenta problemas en cuatro de sus seis reactores. Los elevados niveles de radiación han llevado a desalojar a la mayoría de los empleados que trabajaban esta mañana. Sólo continúan en la planta 50 de las más de 800 personas que trabajaban hace unas horas, mientras se ha impuesto una zona de exclusión aérea de 30 kilómetros alrededor de la planta.
Los 50 expertos siguen intentando bombear agua de mar en los sobrecalentados reactores para refrigerar las barras de combustible y evitar así una posible fusión del núcleo.
La situación más crítica es, ahora, la del reactor 4, que la pasada noche sufrió un incendio. Tepco, la compañía operadora de la nuclear, ha anunciado que comenzará en dos o tres días a suministrar agua a la piscina de combustible nuclear del reactor, cuyo contenido podría estar hirviendo.

Dos orificios en el reactor

El reactor 4 había sido desactivado antes del terremoto del viernes para tareas de mantenimiento. Por eso, las barras de combustible estaban fuera de la coraza de protección. Aunque las llamas fueron controladas rápidamente, la detonación provocó dos orificios de ocho metros cuadrados en el muro del edificio exterior del reactor, dejando en contacto con el aire la piscina de combustible.
El agua se arrojará desde helicópteros que trasvasarán el líquido a través de esos dos agujeros, según ha explicado un alto cargo de la compañía Tepco. Con ello se espera enfriar las barras de combustible en el interior.
Otra alternativa, según las informaciones, sería llevar camiones de bomberos lo más cerca posible a la instalación para inyectar agua a través de los agujeros en las paredes.
Cerca del reactor 4 se han registrado niveles de 400 mili sieverts por hora, dijo el Gobierno. La exposición a más de 100 mili sieverts al año es un nivel que puede provocar cáncer, según la Asociación Nuclear Mundial.

El OIEA, 'inquieto'

Sin embargo, también sigue preocupando el reactor 2 de la central, que sí estaba en funcionamiento cuando el viernes se produjo el seísmo. El gobierno nipón ha reconocido que la explosión registrada el lunes por la noche en este reactor habría dañado la vasija de contención (la estructura más cercana al núcleo, diseñada para proteger de posibles fugas radiactivas).
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"Tras las explosiones en los reactores 1 y 3, las vasijas de confinamiento han permanecido intactas según las informaciones [disponibles]. Sin embargo, la explosión que se ha producido en el reactor 2 de la central de Fukushima Daiichi ha podido afectar a la integridad de la vasija de contención", anunció la agencia de Naciones Unidas.
"Se estima que el daño sería de menos del 5%", dijo el director del organismo, Tukiya Amano, en un comunicado, en el que el organismo reconocía que "permanece inquieto por la situación de la central nuclear de Fukushima Daiichi".

Críticas al Gobierno y a Tepco

Tras el devastador seísmo que sacudió Japón el pasado viernes, los problemas de central de Fukushima Daiichi han hecho revivir en el país la pesadilla nuclear. Los últimos acontecimientos han hecho que el desastre se eleve ya a un nivel 6 -es decir, un "accidente nuclear importante"- sobre 7 (Chernóbil fue un accidente de nivel 7 y Three Mile Island, de nivel 5).
Al día siguiente del seísmo, se produjo la primera explosión en Fukushima Daiichi, en su reactor número 1 (el primero que mostró problemas de calentamiento y elevada presión), que aparentemente sólo produjo daños en el edificio.
La madrugada del domingo al lunes, fue el reactor número 3 el que registró una explosión. Anoche, el reactor número 2 sufrió una nueva explosión (a las 6:00 del martes en Japón, 22:00 horas del lunes en la Península), mientras se registraba un incendio en el número 4, el único de los afectados que se encontraba parado en el momento del seísmo.
"La posibilidad de una mayor filtración radiactiva está aumentando", reconoció el primer ministro Naoto Kan en un discurso a la nación. "Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para evitar que se extienda la filtración. Sé que hay mucha gente preocupada, pero quisiera pedirles que actúen con calma", dijo un sombrío Kan.
Los medios japoneses han asumido una postura más dura por la respuesta de Kan frente al desastre y han arremetido contra el Gobierno y el operador de la planta nuclear, TEPCO, por no ofrecer suficiente información sobre el incidente.
El mismo Kan arremetió contra el operador por demorarse tanto en informar a su despacho sobre las explosiones, exigiendo saber "¿Qué demonios pasa?", según la agencia Kyodo. Kyodo dijo que Kan ordenó a Tepco que no retire a sus empleados de la planta.
"La televisión informó de una explosión. Pero al despacho del primer ministro no avisaron de nada durante alrededor de una hora", increpó Kan a los ejecutivos de la compañía según citó la agencia Kyodo.
El Gobierno japonés reconoció que la crisis de la planta nuclear ha provocado fugas radiactivas que podrían afectar a la salud y recomendó a los residentes que se encuentran hasta 30 kilómetros de distancia que se queden en sus casas, apaguen los sistemas de ventilación y cierren las ventanas.
Los niveles de radiación se han incrementado en varias localidades japonesas, incluida Tokio, y la población hace ya acopio de agua embotellada, mascarillas y víveres, y se prepara para permanecer en sus casas.

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